La muerte en la mitología huichol
Entretenimiento 22/09/2023
La cultura wixárika, conocida comúnmente como huichol, es una muestra de resistencia de las culturas prehispánicas. Sus creencias y rituales han sobrevivido a los intentos históricos de conquista y al exterminio. Mantienen una cosmogonía en la que la muerte es uno de los puentes que unen a lo divino con lo humano.
Los huicholes mantienen su propia concepción sobre el origen e historia de la humanidad, que para ellos es “cósmica” o verdadera. Sus Dioses son concebidos como antepasados y los representan en mosaicos coloridos. En ellos podemos encontrar como figuras centrales al maíz, al peyote y al venado.
Estos símbolos muestran la forma en que los huicholes conciben a la muerte: como un proceso de transición para regresar a la divinidad, al cosmos. Al considerar a los dioses como antepasados, sus parientes muertos se convierten en semidivinidades. Los huicholes viven integrados con el mundo de lo sagrado y conviven con él a través de diversas experiencias místicas representadas en rituales. Esto hace que establezcan un parentesco entre ambos mundos.
Pese a lo anterior, esta cultura no celebra la festividad mexicana del Día de Muertos, como ocurre con comunidades vecinas, pero sí mantienen una ceremonia que realizan cuando alguien fallece. Creen que, al momento de ocurrir el deceso, el alma del difunto comienza un proceso para reencontrarse con el todo. Entonces se convierte en aire o nube sobre la cabeza de sus familiares, por eso consideran a los cadáveres sagrados e intocables.
Su concepción sobre el proceso de muerte es semejante a la que tiene otros grupos mesoamericanos, como los aztecas. Los wixaritari creen que al morir el alma debe atravesar un viaje difícil, lleno de pruebas, que la conduzca por cinco niveles que descienden al inframundo.
Creen que el primer lugar en el que se reúne el alma con sus antepasados es frente a un árbol de amate. Para los vivos, todo contacto con los muertos está prohibido, por lo que construyen “ririkis”, que son pequeños santuarios en los que resguardan el cuerpo junto con objetos rituales, y representaciones de sus dioses.
Los huicholes creen que la persona muerta vuelve después de cinco años a la tierra, ahora convertida en cristal de roca. Pero en caso de que esto no ocurra, una forma en que pueden honrar a sus muertos y dirigirse a ellos, pasado el tiempo, es a través de los mismos ririkis, que se localizan en lo que conocen como “rancho de los muertos”.
La cultura wixárika se localiza principalmente en los estados de Jalisco y Nayarit. Una forma de conocerla es a través de la “Ruta Huichol”, que comienza en las playas de estos estados. Grand Park Royal Puerto Vallarta es una excelente opción para hospedarse, pues desde este sitio se puede partir hacia los demás puntos que componen la ruta, como lo son Rincón de Guayabitos, Punta Mita, Peñita de Jaltemba, Tepic y San Blas.
Los huicholes mantienen su propia concepción sobre el origen e historia de la humanidad, que para ellos es “cósmica” o verdadera. Sus Dioses son concebidos como antepasados y los representan en mosaicos coloridos. En ellos podemos encontrar como figuras centrales al maíz, al peyote y al venado.
Estos símbolos muestran la forma en que los huicholes conciben a la muerte: como un proceso de transición para regresar a la divinidad, al cosmos. Al considerar a los dioses como antepasados, sus parientes muertos se convierten en semidivinidades. Los huicholes viven integrados con el mundo de lo sagrado y conviven con él a través de diversas experiencias místicas representadas en rituales. Esto hace que establezcan un parentesco entre ambos mundos.
Pese a lo anterior, esta cultura no celebra la festividad mexicana del Día de Muertos, como ocurre con comunidades vecinas, pero sí mantienen una ceremonia que realizan cuando alguien fallece. Creen que, al momento de ocurrir el deceso, el alma del difunto comienza un proceso para reencontrarse con el todo. Entonces se convierte en aire o nube sobre la cabeza de sus familiares, por eso consideran a los cadáveres sagrados e intocables.
Su concepción sobre el proceso de muerte es semejante a la que tiene otros grupos mesoamericanos, como los aztecas. Los wixaritari creen que al morir el alma debe atravesar un viaje difícil, lleno de pruebas, que la conduzca por cinco niveles que descienden al inframundo.
Creen que el primer lugar en el que se reúne el alma con sus antepasados es frente a un árbol de amate. Para los vivos, todo contacto con los muertos está prohibido, por lo que construyen “ririkis”, que son pequeños santuarios en los que resguardan el cuerpo junto con objetos rituales, y representaciones de sus dioses.
Los huicholes creen que la persona muerta vuelve después de cinco años a la tierra, ahora convertida en cristal de roca. Pero en caso de que esto no ocurra, una forma en que pueden honrar a sus muertos y dirigirse a ellos, pasado el tiempo, es a través de los mismos ririkis, que se localizan en lo que conocen como “rancho de los muertos”.
La cultura wixárika se localiza principalmente en los estados de Jalisco y Nayarit. Una forma de conocerla es a través de la “Ruta Huichol”, que comienza en las playas de estos estados. Grand Park Royal Puerto Vallarta es una excelente opción para hospedarse, pues desde este sitio se puede partir hacia los demás puntos que componen la ruta, como lo son Rincón de Guayabitos, Punta Mita, Peñita de Jaltemba, Tepic y San Blas.