Fair trade y el buen hábito del no regateo
Sostenibilidad 15/11/2021
Las comunidades que viven dentro de nuestros destinos mantienen su estilo de vida gracias al turismo y a los productos que desarrollan para subsistir.
Según datos de la Universidad Anáhuac de México, el término “Comercio Justo” nació en Holanda en 1959 y su objetivo primordial es la promoción y acceso al mercado de los productores con un alcance limitado en cuanto a la promoción misma de sus productos.
Desde entonces y hasta la fecha, se han llevado a cabo múltiples iniciativas enfocadas en comunicar esta tendencia a través de diversos canales, e incluso marcas de renombre se han sumado a este quehacer que persigue los siguientes principios, entre otros:
• Rechazo a la explotación infantil
• Calidad y producción sostenible
• Procuración del medio ambiente
• Precios justos que posibiliten un nivel de vida digno
Ante este último punto, y a propósito de que se avecina la temporada de regalos de fin de año, en Park Royal Hotels and Resorts queremos sumar a todos nuestros lectores a hacer conciencia sobre una práctica a la que es común recurrir por creencia popular; nos referimos al regateo.
El regateo, además de prolongar los procesos de compraventa, impacta negativamente en el bolsillo de los artesanos, quienes establecen los precios de sus productos con base en el tiempo y materia prima utilizada, sin contar, un concepto invaluable que es el de la preservación de nuestras tradiciones. Los principales afectados del regateo son los artesanos y por lo general, aunque no de manera limitativa, se da más frecuentemente en sitios turísticos, tales como playas, mercados y bazares.
Las razones que llevan al consumidor final a regatear son diversas, pero la más común es porque se trata de una práctica generacional enraizada en nuestro comportamiento como consumidores, pues nos han enseñado a ahorrar cuando nos sea posible, pero ¿nos hemos detenido a pensar lo mucho que perjudicamos a las comunidades con esta práctica?
Quizá sea momento de cuestionarnos esta acción
Comprar un producto artesanal es llevar a nuestras casas historia, es regalar tradición y, sobre todo, calidad que muy difícilmente igualarán los objetos adquiridos en almacenes que producen sus mercancías en serie, entonces, ¿por qué no pagar un precio justo por un objeto que ha pasado por todo un proceso meticuloso hasta llegar a nuestras manos?
En Park Royal Hotels & Resorts, creemos en el comercio justo y en que el trabajo de las comunidades debe ser remunerado conforme a sus necesidades y al trabajo invertido en su creación.
¡Súmate a esta reflexión!
Según datos de la Universidad Anáhuac de México, el término “Comercio Justo” nació en Holanda en 1959 y su objetivo primordial es la promoción y acceso al mercado de los productores con un alcance limitado en cuanto a la promoción misma de sus productos.
Desde entonces y hasta la fecha, se han llevado a cabo múltiples iniciativas enfocadas en comunicar esta tendencia a través de diversos canales, e incluso marcas de renombre se han sumado a este quehacer que persigue los siguientes principios, entre otros:
• Rechazo a la explotación infantil
• Calidad y producción sostenible
• Procuración del medio ambiente
• Precios justos que posibiliten un nivel de vida digno
Ante este último punto, y a propósito de que se avecina la temporada de regalos de fin de año, en Park Royal Hotels and Resorts queremos sumar a todos nuestros lectores a hacer conciencia sobre una práctica a la que es común recurrir por creencia popular; nos referimos al regateo.
El regateo, además de prolongar los procesos de compraventa, impacta negativamente en el bolsillo de los artesanos, quienes establecen los precios de sus productos con base en el tiempo y materia prima utilizada, sin contar, un concepto invaluable que es el de la preservación de nuestras tradiciones. Los principales afectados del regateo son los artesanos y por lo general, aunque no de manera limitativa, se da más frecuentemente en sitios turísticos, tales como playas, mercados y bazares.
Las razones que llevan al consumidor final a regatear son diversas, pero la más común es porque se trata de una práctica generacional enraizada en nuestro comportamiento como consumidores, pues nos han enseñado a ahorrar cuando nos sea posible, pero ¿nos hemos detenido a pensar lo mucho que perjudicamos a las comunidades con esta práctica?
Quizá sea momento de cuestionarnos esta acción
Comprar un producto artesanal es llevar a nuestras casas historia, es regalar tradición y, sobre todo, calidad que muy difícilmente igualarán los objetos adquiridos en almacenes que producen sus mercancías en serie, entonces, ¿por qué no pagar un precio justo por un objeto que ha pasado por todo un proceso meticuloso hasta llegar a nuestras manos?
En Park Royal Hotels & Resorts, creemos en el comercio justo y en que el trabajo de las comunidades debe ser remunerado conforme a sus necesidades y al trabajo invertido en su creación.
¡Súmate a esta reflexión!